
A Coruña, 27 de abril de 2018
Ya tenemos historia,
aquel viaje con el Ford ardiendo,
la llegada a un piso vacío.
Ya hemos dormido abrazados
esperando una noticia terrible,
y nos ha despertado
el ruido de un cielo limpio.
Tenemos un puente para asaltarnos
y un tren del que te bajas
con otro acento.
Se han ido amigos necesarios
que dejaron marcas hermosas
sobre muebles viejos,
y juntos aprendimos cuánto importa
seguir adelante,
hacer siempre un hueco.
Ahora sabemos recibir en pijama,
irnos a la cama mientras ellos se quedan,
dibujar mapas los lunes
conducir en silencio.
Tú me has enseñado,
a mí, al pincha-sueños,
a llamar al concurso
confiando en el premio.
